El semestre se me paso casi tan rápido como se me ha pasado la carrera, tenía razón en no esperar nada y entrar con una mente abierta sobre cualquier cosa que pudiera pasar. A diferencia de los demás semestres éste fue algo un poco solitario, la mayoría de las clases las tuve con gente desconocida y un par de ellas fueron con personas que en mi vida había visto por la escuela (a pesar de ser diseñadores) y otra con niños que espero jamás volverme a encontrar por la vida (eran de primer semestre, le decían a la maestra “miss” y a los descansos les llamaban “recreo”……..). En fin, fue un semestre algo pesado, eso si me lo esperaba, por primera vez tuve únicamente una materia práctica (Diseño) el resto fueron teóricas pero, todas me mantuvieron ocupada cada segundo.
De las materias teóricas puedo decir… que una me quedo mucho a deber, en otra parecía ser la única que se divertía con los chistes y tonterías del prof. (no era barba, disfruto la escuela…. es verdad!), otra de las materias, una de las cuales nunca me imagine llevar , la maestra ya me había dado clases antes en la prepa, me sentí muy cómoda y me la pase bien con mi grupo, en psi (una de mis carreras frustradas) comprobé que es muy interesante la psicología pero que yo soy diseñadora, y en historia…. bueno, mejor clase no pude haber tenido sobre el amor a los textiles.
En cuanto a diseño….. nunca había sufrido tanto, pensar en temas, inspiraciones, conseguir materiales, cortar, cortar, cortar, cortar….. desvelarme, arruinar el vestido, respirar, volver a intentarlo, reducir mis manos a la consistencia del puré, machucarme y casi romperme la uña, café, café, mucho café y desvelarme para ofrecer mi proyecto a una empresa importante, cada segundo de esfuerzo, de fallas, de enojos, nervios y desesperación valió la pena. El semestre arranco en el momento que encontré inspiración para mi primera entrega, que comúnmente es lo más complicado, la respuesta se escondía en un sueño, en el cual mis mascotas (que me regalaron unas semanas antes) eran clave fundamental, así que a partir de eso desarrolle el proyecto, lo demás es historia.
Para el segundo proyecto se demostró el mentado “lo quiero para ayer”, en donde el desajuste de tiempos de mi grupo casi nos lleva a la ruina, y a pesar de haber sido un naipe (y de arruinar y cortar y arreglar las prendas finales) solo pude cerciorarme que lo mio lo mio, no es la lencería.
Para el tercero y ultimo fueron emociones extremas al principio y al final, al ofrecer la propuesta a la empresa para que analizaran mi micro colección después vino un lapso de tranquilidad hasta el día de la pasarela, en donde el buen Jesús (mi modelo) saco a relucir los detalles de mis prendas y con lo cual me hice merecedora de un reconocimiento.
En fin… fue un semestre agradable, resulto ser bueno después de todo, y también hizo que los amigos apreciáramos más el tiempo que teníamos para vernos, los sigo queriendo a todos.
Nota: Hace unas horas me entere que uno de mis pájaros se fue ( :( ) en mi ausencia durante estas vacaciones, le doy las gracias por haber sido mi musa en el primer proyecto y por gritar cuando no le gustaba la música que ponía.
Gala.
